Manifiesto

Ante la mecanización indisoluble de los llenadores de estantes, ante la ilusión kamikaze de los buscadores de términos, ante la creciente aplanetización libresca, ante la farandulización y autoridiculización del emisor tintero portador, y obligada a prestar declaración frente al acusado mundillo retórico, Editorial Mondiola se ve ante la abrupta y necesaria necesidad de presentarse. Con el objetivo intrascendente de aportar más granos al ladrillo, alza el grito en el éter convencida de emprenderse en la tarea imposible de buscar lo inexistente. Carente de nacionalismo, populismo, divertidismo o paroxismo, Editorial Mondiola, instruida en el ideario en que camina, se autoproclama mundialista, individualista y constructivista no proxenetista. Invadida por la seducción de la autogestión y un forzado pero nauseabundo repudio a la motivación del tilín de las monedas, Editorial Mondiola promete el inminente parto de un puñado de producciones de variadas índoles y con extensión suficiente para formar volumen que por explícito deseo interno aparecerá impreso, cosido y abrigado. Comprometida, ya, con el mundo y especialmente con el entendimiento del lector, Editorial Mondiola queda en deuda y arrojada a la impostergable tarea de cumplir con el deber pactado. Espíenos, que de aquí saldrán buenas noticias.